Ficha del libro
Título: NewPaper. Como la revolución digital transforma la prensa
Autor: Montagut, Albert
Editorial: DEUSTO (Grupo Planeta)
Fecha y lugar de la edición: Noviembre 2012, Barcelona
Número de páginas: 432
Albert Montagut destaca por representar los ideales del periodismo clásico. Ha sido corresponsal en Washington de El País, director de la edición de El Mundo en Cataluña y adjunto a la dirección de El Periódico de Catalunya. Asimismo, dirigió el diario ADN desde su nacimiento en 2005 hasta su cierre en 2011.
NewPaper (Deusto, 2012), estudia en profundidad qué efectos ha tenido en la prensa la revolución digital, y dibuja en el futuro del periodismo tantas promesas como incertidumbres. Entre los testimonios recogidos por el autor, figura una lista de nombres entre los que no quisiera olvidar a Juan Luis Cebrián, Pedro J. Ramírez, Gumersindo Lafuente, José Antich, Ignacio Escolar, Antonio Franco y José Antonio Zarzalejos.
Montagut se sienta frente a mí con un aire cordial y entusiasta. Al preguntarle a bote pronto sobre el mal momento por el que pasa la profesión, me responde con un presagio: «Yo creo que vamos a un punto en el que el periodismo tiene una última oportunidad en España. Si no es la última, es una de las últimas.»
Montagut explica en el libro que el online debería servir para revitalizar el periodismo como una herramienta básica en la sociedad. El periodismo tendría que mantenerse como una forma de compromiso social, como una forma de contar las cosas. No sencillamente un corta y pega o una transmisión automática de teletipos, sino algo más.
Hemos de recuperar el periodismo. Y precisamente es el verdadero periodismo lo que nos ha de ayudar a que la convergencia
print-online sea la adecuada. Me refiero tanto a los grandes medios como a los nativos digitales. La fórmula es evidente: clasicismo en los conceptos, con la energía añadida por los jóvenes, a través de sus nuevos lenguajes y herramientas.
Cuando en 1995 llegó Internet a nuestro mundo, mucha gente no se dio por enterada. Andrés Gil aparece en el libro explicando este dato. Cuando llegó a la Escuela de El País, una persona muy relevante le dijo: «El que vale, vale, y el que no, va a la web». Esto lo hemos estado viviendo hasta hace cuatro días.
Este “medio” exige diferentes formas de trabajo y de perfil profesional. Un periodista es un periodista y añade que “es un tópico diferenciar entre periodistas digitales y de papel”. En este sentido Montagut acierta al sentenciar que los periodistas son quienes sirven para hacer preguntas.
No solo la creación de información es continua, también lo es la recuperación. Una palabra en un buscador y el usuario tiene a su disposición el bisturí para hacer una autopsia del pasado. También cambiaron las normas en cuanto a los contenidos, que exigen nuevas reglas de escritura y se enriquecen con el empleo de audios, videos, infografías e incluso tecnología 3D. La viabilidad de vincularlo todo, hace que la información sea más completa y que el lector pueda profundizar en los conocimientos de forma inmediata. Esta posibilidad ofrecida por los avances tecnológicos afectaron a los lectores, que no siguieron la lectura del periódico online como el tradicional desde la portada hasta la contraportada. El proceso de lectura dejó de ser lineal y, como bien matiza el autor, las empresas periodísticas no pudieron asegurar que el lector explorase toda la información y con ello la publicidad que llevaba asociada
Crisis del periodismo
“Sería un error pensar que cuando pase la crisis económica en España tendremos un periodismo más democrático, más preparado. No es cierto”.
Albert Montagut cree que la crisis del periodismo va más allá de la de las finanzas y que en realidad el estado de la profesión se está viendo dramáticamente afectado a su vez por tres crisis: una por “exceso de politización”, que afecta a la independencia, otra por “falta de reporterismo”, relacionada con los conceptos anteriores, y otra por la “llegada de la tecnología”.
Para Montagut, la llegada de internet lo ha cambiado todo: “La cronología de internet es la de uno de los desastres y de los despropósitos más grandes que se conocen. Teníamos la revolución en la mesa de al lado y no nos dábamos cuenta”, ha explicado, al tiempo que ha afirmado que “a día de hoy todavía hay periodistas que se sienten despreciados si del entorno print se van al online”.
“Internet no sólo está aquí para quedarse, nos ha cambiado la vida para bien”, ha concluido.